sábado, 13 de septiembre de 2008

Ecos de otros Blogs

Acabo de recibir estos correos y los quise publicar, desde generaciony pues está difícil de acceder para algunos incluso yo , pero bueno el correo electrónico y los contactos ayudan.
--------------------------------
Lindoro Incapaz
Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y


Un personaje de cuello gordo y portafolio en mano aparece cada miércoles en el programa humorístico “Deja que yo te cuente”. El mismo espacio donde el profesor Mente Pollo –ya descrito en este Blog- suelta sus perogrulladas de sabio diletante. Lindoro Incapaz es el director de una empresa ineficaz y tiene un auto, con matrícula estatal, que jamás usa en beneficio de los trabajadores. Impecablemente vestido se acerca a sus subordinados y les advierte con ironía: “A mí me complace complacer”. Sus kilos de más y su elegante traje azul oscuro contrastan con el aspecto desaliñado y la improductividad de todo el taller “Bartolete Pérez”.

Este prototipo de jefe ostenta una frase que ha logrado insertarse en el vocabulario popular. Justamente, el epíteto con el que se refiere al ineficiente, apático y mal pagado grupo de reparadores de electrodomésticos que él dirige. Con su sonrisa Colgate llega y les pregunta “¿Cómo está este aguerrido colectivo?” a la par que anuncia alguna tarea impostergable o un nuevo absurdo burocrático. Lindoro Incapaz no es la caricatura de un dirigente, sino la suma de muchos de ellos, el retrato con tonos humorísticos de los que tienen algo de poder.

Por estos días he evocado frecuentemente al regordete director de empresa y su lenguaje triunfalista. En medio de una gripe, provocada por la lluvia que entró por todas las ventanas de mi casa, escuchaba en mi pequeño radio de dinamo a muchos Lindoros Incapaces. Hablaban precisamente de un “aguerrido colectivo”, donde yo sólo veo caras desesperadas. Llamaban a la calma y a la resistencia, desde sus cuellos gordos, desde sus autos secos. Algunos –los de más poder- sin personarse si quiera en los lugares del desastre y a través de una línea telefónica, intentaban hacer promesas tan huecas y vacías como las del personaje satírico.

Nuestros Lindoros Incapaces no quieren reconocer que la situación de emergencia creada por Gustav e Ike no es sólo culpa de los fuertes vientos y las lluvias, sino también del desastre productivo y habitacional que arrastraba esta Isla desde antes. Hoy en la mañana, después de dos horas de cola, pude comprar cuatro libras de boniato y un pedazo de fruta bomba, sin ver en la fila a ningún espécimen de dirigente. Para la carne de cerdo, hay que sacar turnos en la madrugada. En las tiendas en pesos convertibles las neveras vacías apestan por los pollos y las carnes que se echaron a perder. El tema alimentario toca fondo y aunque mi casa soportó los vientos y en mi zona no hay grandes estragos, la gente sólo sabe preguntar por comida. La subida del precio del combustible ya provocó que los taxistas privados duplicaran sus precios, por el tramo que antes costaba diez pesos ahora debemos pagar veinte. Pero la tele no ve ese lado de la crisis, sino a un pueblo enérgico y “aguerrido”, que hace votos de confianza y esperanza ante las cámaras.

¿Qué harán los Lindoros Incapaces cuando las consignas, gritadas hoy frente a los periodistas, se vuelvan frases de descontento y protesta? ¿Se esconderán entonces –con una reserva de comida- en el interior de sus portafolios?

Calma en el Atlántico
Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Septiembre,11,2008

El meteorólogo principal de la televisión cubana, José Rubiera, anunció que ninguna nueva tormenta tropical o huracán se ha formado en el océano Atlántico. El alivio recorrió los más de ciento once mil kilómetros cuadrados de esta Isla. Al menos por unos días, el corredor de ciclones en que nos hemos convertido se tomará una pausa. No se ha disipado, con esa noticia climatológica, la pesadumbre y el desasosiego que tenemos ante el futuro inmediato. A pesar del triunfalismo que muestran nuestros telediarios, donde se habla de un “huracán de recuperación”, los cubanos estamos muy preocupados.

Por una parte, se acaban de esfumar todas las ilusiones de quienes esperaban un repunte económico en los próximos meses. Nos estamos despidiendo incluso de algunos productos como el plátano, el mango, el aguacate, las viandas y los cítricos que demorarán años en retornar a sus –ya elevados– precios actuales. Después de cuatro días sin electricidad y sin suministro de agua, los vecinos de los 144 apartamentos de mi edificio aguardamos por un suministro gratuito de agua potable y la distribución subsidiada de comida elaborada. Algunos ya han gritado por los balcones su inconformidad, a la que yo respondí con un provocador “!Viva Raúl!”, que casi me cuesta un linchamiento.

Ni el mercado en pesos convertibles, con sus engordados precios, da abasto a la demanda de los habaneros desesperados. El huracán Ike ha puesto más en evidencia las profundas diferencias sociales entre los que pueden disponer de una reserva alimentaria, tablas y radio de baterías y aquellos que dependen exclusivamente de la gestión oficial. Los antecedentes de cómo se apaga con los meses la ayuda estatal a las víctimas de desastres naturales, hacen que las personas no quieran promesas, sino soluciones inmediatas. La voracidad por tomar ahora lo que mañana quizás ya no se oferte hizo que los habitantes de un pueblo de Pinar del Río se liarán a machetazos para alcanzar las 100 tejas de asbesto cemento repartidas desde un camión.

Falta humildad en quienes deberían hacer todo lo posible para dejar entrar la ayuda humanitaria a Cuba. Una medida muy bien recibida sería que la Aduana Nacional liberara de impuestos todos los kilogramos de medicinas, ropa y alimentos que los familiares emigrados quieran traer a la Isla. Sin embargo, en lugar de eso, los cubanos amanecimos en medio del ciclón con una subida del precio del combustible y de algunos productos de primera necesidad. Se rechazan ayudas sin contar con la opinión popular y se permiten inspecciones de unos a la par que se les niega a otros hacer lo mismo. La imagen de un militar venezolano llegado a Cuba para “hacer una inspección de los daños” –palabras textuales– contrasta con los remilgos para aceptar algo similar de países de la Unión Europea (con excepción de España y Bélgica) o de Estados Unidos.

Las preguntas del momento son: ¿Cuál es la prioridad del gobierno cubano: los principios políticos o el bienestar de los que han perdido todo? y ¿Qué prefiere el gobierno norteamericano: cumplir el requisito formal de la inspección, o que el auxilio llegue a los damnificados? Los ciudadanos no vamos a esperar a que ambos gobiernos se pongan de acuerdo. La diplomacia popular les puedes dar la sorpresa de actuar más rápido y con más eficiencia.


¿Cómo ayudar?
Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y , Septiembre,11,2008

Los que tienen el plan de viajar en los próximos meses a Cuba y quieran dar su ayuda solidaria, les recomiendo transportar en su equipaje algunos kilogramos para entregar directamente a los damnificados. Aunque todo puede ayudar a estas familias que han perdido sus posesiones, hay ciertos objetos y recursos que son prioritarios:

* Pastillas para potabilizar agua.

* Vitaminas, todo tipo de analgésicos, termómetros, curitas, sales de hidratación oral, jeringuillas desechables, algodón, spray para asmáticos, aspirina, paracetamol e hilo de sutura.

* Ropa de todo tipo, incluso ropa interior y zapatos.

* Material escolar, especialmente libretas y lápices.

* Baterías recargables, linternas y radios portátiles.

* Elementos de aseo: jabón, dentífrico, champú y cepillos de dientes.

* Ropa y objetos para bebé. Recuerden que hay niños que se han quedado sin siquiera un biberón.

Una recomendación a tener en consideración: es preferible,siempre que sea posible, hacer llegar la ayuda directamente a los necesitados. Entrega personal o a través de amigos es lo más seguro.

3 comentarios:

Aguaya dijo...

Pasaba a saludar... ya leí algunos comentarios tuyos en el blog del Islen~o... Ese Ike acabó, pobre gente que ya con el Gustav estaba sin techo :-(
Te deseo lo mejor y te envío un abrazo.
AB

solo ojos dijo...

gracias AB. ;-) .
por acá unos amigos están haciendo hasta la imposible para enviar ayuda a los afectados de pinar pues de primera tinta se que lo que eran árbobles ahora solo son ramas quemadas , ya te puedes imaginar lo desolada que esta esa ciudad ,
de Pinar del Río debe estar parecido pues ya la ciudad no es la misma.
la gente esta "feliz por la ayuda del estado" pero no es fácil, realmente no es fácil
ojalá y lleguen mas donaciones pues según he leído en la prensa escrita de aquí , las reservas del estado no alcanzan para ayudar a todos los afectados . :-0(

Aguaya dijo...

Pobre gente... :-(

Ya vi tu comentario en el BPS. Cualquier iniciativa nueva o vía por la cual hacer llegar donaciones, de que tengas conocimiento, háznosla llegar.

Un abrazo,
AB