lunes, 16 de junio de 2008

Una obra Maestra

Grandes expectativas ha creado el estreno en Cuba de El señor de los vientos, título recién presentado y que continuará durante quince días en la escena del teatro Mella, en Linea entre A y B, en el Vedado, interpretada por el proyecto teatral que lleva el nombre de su director: Nelson Dorr.
La pieza se encuentra a medio camino entre el absurdo vanguardista y el realismo virtual, aunque también utiliza códigos inherentes al teatro de la crueldad y al más puro absurdo, nacidos a mediados del pasado siglo, y podría calificarse como una crítica del machismo, a partir de situaciones límite en que se debaten los personajes.

Gabriel, protagonista de la puesta, es el jefe de una familia, con estructura de clan y, con el fin de reafirmar su autoridad, comete abusos de poder contra los suyos, a quienes somete a vejaciones de toda índole, en una atmósfera opresiva, en la cual el dramaturgo muestra su talento en el uso de la técnica teatral, para establecer contrastes que implican momentos de clímax.

Rezagos del feudalismo, portadores de reminiscencias del esclavismo, salen a flote en las actitudes del protagonista, quien se ensaña en su hermano menor, a quien todos consideran culpables de los males que sufren.

Un montaje que implica gran complejidad, tanto desde el concepto del director, como de los intérpretes que asumirán este microcosmos caótico muy bien perfilado en la dramaturgia de Treviño, nimbada de una magia del horror, traducida en la tragicidad de un microcosmos, cuyos personajes se autodefinen como “figuras de tierra”.

Nota:

yo vi la obra en su segunda presentación y fue mejor pues de la vos de los actores havian algunos problemitas en el escenario pero caramba que obra , muy buena ,
también cómica pues algunas personas no aguantaron ver a un hombre desnudo jajajaaj

nada que todavía hay personas que van al teatro con prejuicios en el cerebro.

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